Implantación de Medidas de Bioseguridad para Evitar la Exposición de los Profesionales Sanitarios a VIH y Hepatitis

El Consejo Europeo aprueba por directiva la implantación de medidas de bioseguridad para evitar la exposición de los profesionales sanitarios a VIH/SIDA y hepatitis por pinchazos accidentales

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España fue pionera en Europa en implantar en cinco CC.AA. la obligatoriedad de material sanitario de bioseguridad (jeringas, lancetas…) que reduce casi a cero el riesgo de pinchazo accidental

  • Anualmente los profesionales sanitarios sufren en Europa 1.200.000 pinchazos accidentales con dispositivos punzantes de uso sanitario utilizados con los pacientes, de los cuales el 46% son sufridos por los enfermeros.
  • El uso de medidas de seguridad y la implantación de material de bioseguridad – dispositivos punzantes que incluyen un dispositivo – reduce en cerca de un 85% el riesgo de exposición al Sida y hepatitis por pinchazo accidental. En contra de lo que se pueda pensar, está demostrado que la adopción de estas medidas y dispositivos abarata sustancialmente los costes de Sanidad.

Ayer jueves el presidente del Consejo General de Enfermería de España – máximo órgano regulador nacional de los 250.000 enfermeros que trabajan en nuestro país – ha presentado a los medios de comunicación la directiva aprobada por el Consejo Europeo de ministros de Empleo y Asuntos Sociales para prevenir lesiones e infecciones en los trabajadores sanitarios como consecuencia de pinchazos accidentales con dispositivos y objetos punzocortantes como las agujas de las jeringuillas, lancetas, vías intravenosas, etc.

Se trata de una de las amenazas más graves para la salud y la seguridad de los profesionales sanitarios en particular y de los trabajadores de la Unión Europea en general puesto que la incidencia es tan elevada que este problema se ha convertido en uno de los principales riesgos laborales dentro de las categorías generales que agrupan todos estos riesgos. No en vano, el Consejo Europeo calcula que en el territorio comunitario se producen 1.200.000 lesiones o accidentes por pinchazo accidental al año en un sector en el que trabajan 3,5 millones de personas.

Esta nueva directiva obliga a los países de Europa a implantar una serie de medidas de seguridad, entre las que se incluye la obligatoriedad de uso de dispositivos de bioseguridad. Se trata de material punzante como lancetas, jeringuillas, vías intravenosas, que contienen un mecanismo que anula la aguja inmediatamente después de su uso y que evita en más del 80% el riesgo de pinchazo accidental. Cabe destacar que la directiva aprobada es la culminación de un trabajo de más de 30 años iniciado en España desde la Organización Colegial de Enfermería por su actual presidente, Máximo González Jurado, que ejerciendo su profesión en un hospital sufrió uno de estos accidentes y se contagió de hepatitis al manipular una jeringuilla cargada con sangre de uno de sus pacientes. «Por aquel entonces no había dispositivos de bioseguridad que evitaran el riesgo, por lo que debíamos asumir el pinchazo como una circunstancia más implícita en el trabajo. Sin embargo, hoy en día, existen mecanismos que reducen casi a cero la posibilidad de pinchazo por lo que no es asumible que los sistemas sanitarios no apuesten por ellos, por la seguridad tanto del paciente como del profesional».

Cinco años de trabajo de concienciación en Bruselas

Fue el propio González jurado quien llevó el debate sobre el pinchazo accidental a Europa implicando en su cruzada al europarlamentario Alejandro Cercas al que visitó en Bruselas acompañado de un grupo de enfermeras que se habían pinchado con material punzante expuesto a VIH/Sida y hepatitis. Gracias a la implicación de Alejandro Cercas, González Jurado consiguió que los pinchazos accidentales comenzaran a tenerse en cuenta en la Unión Europea y se unieron otros países entre los que destaca especialmente, por su implicación junto a España, el Reino Unido. Antes de la aprobación del la actual directiva y gracias al trabajo de este equipo, el Parlamento Europeo ya aprobó dos resoluciones (24 de febrero de 2005 y 6 de julio de 2006) que abordaban directamente este problema.

El presidente del Consejo General de Enfermería ha agradecido especialmente el impulso llevado a cabo por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, y su equipo – entre los que destaco especialmente a José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad – para que esta directiva finalmente viese la luz.

En nuestro país, según datos de este mismo estudio, se declaran una media anual de 3.362 accidentes percutáneos que conllevan riesgo de transmisión de infecciones vía hemática. Sin embargo, se considera que la infradeclaración de estas exposiciones está estimada en un 60%, por lo que los accidentes reales ascenderían a 5.379 casos.

Entre los enfermeros, la tasa de exposiciones por cada 100 trabajadores se ha incrementado entre 1996 y 2002 en un 58%», y que la enfermería declara el 46,3% de los accidentes percutáneos y de cada 100 exposiciones accidentales declaradas de profesionales sanitarios, 1 de cada 10 se expone al contagio con el virus de la hepatitis C; 1 de cada 20 se expone al contagio con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) -con el riesgo de contraer el sida-; y 1 de cada 50 se expone al contagio con el virus de la hepatitis B. Esta situación se ve agravada además porque el estrés ocasionado por factores laborales también incrementa las posibilidades de accidentes por inoculaciones.

En este sentido cabe destacar que el índice de infección de hepatitis B en el personal sanitario es de un 26%, es decir, más de 2 veces y media mayor que en la población en general, cuya afección es del 10%. Según datos del estudio EPINETAC los lugares donde más frecuentemente se producen los pinchazos accidentales son principalmente la habitación del paciente (34,7%), quirófanos y salas de partos (22,9%) y urgencias (11%).

Dispositivos de bioseguridad = ahorro final en costes

Para González Jurado no existe justificación alguna para no apostar por una implantación en todo el Sistema Nacional de Salud. Ni siquiera hay razones económicas puesto que son ya numerosas las compañías que tienen este tipo de productos en el mercado. «Esto en sí no es un razonamiento justo porque lo que está en juego es nuestra seguridad y nuestra salud, pero desgraciadamente lo que pesa en muchos gestores al final es el coste de cada medida a adoptar». En este sentido, el presidente de los enfermeros señala que, tal y como indican los estudios realizados por los expertos del Consejo General de Enfermería, «la aplicación con carácter general de las medidas preventivas para evitar este tipo de accidentes supondría la reducción de los riesgos en un 85%, y un ahorro para el sistema sanitario en torno al 73% frente a los costes derivados de los pinchazos sufridos de forma accidental por el personal sanitario».

La intensa campaña a favor de los dispositivos de bioseguridad llevada a cabo desde el Consejo General de Enfermería de España ha permitido que ya sean cinco las Comunidades Autónomas que han aprobado una norma en la que implantan de forma obligatoria este tipo de dispositivos en la sanidad pública que gestionan, Dichas autonomías son, por orden cronológico de aprobación de la norma: Madrid, Castilla La Mancha, Baleares, Galicia y Navarra. Se da así la circunstancia de que los enfermeros que trabajan en los sistemas sanitarios de estos territorios lo hacen con seguridad casi absoluta mientras que los que prestan su asistencia en alguna de las 12 comunidades restantes deben exponerse cada día al riesgo de pinchazo accidental.

Finalmente, Máximo González Jurado ha anunciado la celebración los próximos días 1 y 2 de junio de la I Cumbre Europea de Bioseguridad en Madrid que reunirá a representantes de todos los Gobiernos, responsables de las Consejos de todas las profesiones sanitarias, expertos en bioseguridad, profesionales sanitarios, responsables de sistemas sanitarios de todo el entorno comunitario y profesionales afectados por pinchazos accidentales, entre otros. Todos ellos debatirán acerca de este problema y analizarán la situación actual, las claves y las posibles actuaciones a corto, medio y largo plazo.

Nueva Legislación para Reducir Lesiones Dirigida a 3,5 Millones de Trabajadores Sanitarios en Europa

  • Los ministros de Empleo y Asuntos Sociales han aprobado una Directiva para prevenir lesiones e infecciones en los trabajadores sanitarios como consecuencia de objetos punzocortantes como las agujas, una de las amenazas más graves para la salud y la seguridad en los lugares de trabajo en Europa que se calcula que provoca 1 millón de lesiones al año. La Directiva traduce al Derecho Comunitario un acuerdo negociado por las organizaciones europeas de diálogo social del sector, en el cual trabajan 3,5 millones de personas.

Dirigiéndose al Consejo de Ministros, László Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, afirmó: «El sector sanitario es uno de los que más empleo ofrece en Europa y las agujas representan un riesgo real para los trabajadores, en relación con las lesiones y el aumento de las infecciones que ponen en peligro la vida como el VIH o la hepatitis». Asimismo, añadió: «Esta nueva Directiva protegerá mejor a los trabajadores y sus familias al mismo tiempo que reducirá la carga que suponen las lesiones para los servicios europeos de salud».

La nueva Directiva transforma en ley un acuerdo marco sobre la prevención de pinchazos accidentales en los sectores hospitalario y sanitario firmado en julio de 2009 por la Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (EPSU) y la Asociación Europea de Empleadores del Sector Hospitalario y Sanitario (HOSPEEM), agentes sociales europeos (véase IP/09/1157).

El objetivo consiste en:

  • Lograr un entorno laboral lo más seguro posible para los empleados del sector y proteger a los trabajadores y pacientes en peligro;
  • Prevenir lesiones a los trabajadores provocadas por objetos médicos punzocortantes de

cualquier tipo (incluyendo las agujas);

  • Establecer un planteamiento integrado para evaluar y prevenir los riesgos, así como para formar e informar a los trabajadores.

La legislación aborda específicamente uno de los objetivos prioritarios de la actual estrategia de salud y seguridad en el trabajo de la UE destinada a disminuir en un 25% los accidentes en el puesto de trabajo para 2012.

Antecedentes

En 2006, el Parlamento Europeo adoptó una resolución que solicitaba a la Comisión que presentara una propuesta legislativa sobre la protección de los trabajadores sanitarios frente a las infecciones de transmisión sanguínea debidas a los pinchazos accidentales. Tras unas consultas realizadas en dos fases sobre esta cuestión, en 2006 y 2007, los agentes sociales europeos decidieron organizar un seminario técnico con todos los grupos de interés (enfermeros, médicos, cirujanos, etc.) en el que se pusieron de manifiesto las numerosas causas de las lesiones en hospitales y servicios sanitarios. En diciembre de 2008, comunicaron a la Comisión su intención de negociar considerando una base más amplia que cubriera todos los tipos de lesiones provocadas por instrumentos punzocortantes (incluyendo las agujas) y el 17 de julio de 2009

firmaron un acuerdo marco tras cinco meses de negociaciones. El 26 de octubre la Comisión aprobó una propuesta de Directiva para implementar el acuerdo. El 27 de enero de 2010, el Comité de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento adoptó un borrador de Moción de Resolución (por 44 votos a favor y 1 en contra, sin ninguna abstención) apoyando la adopción por parte del Consejo de la propuesta de Directiva para implementar el Acuerdo Marco.