Las donaciones privadas al sistema sanitario son siempre bienvenidas sin que ello suponga una merma en la inversión pública

Ante las críticas a la contribución de Amancio Ortega para la compra de equipamiento  null

  • Desde el Consejo General de Enfermería no se entienden las voces críticas -algunas muy vehementes- contra la donación generosa del empresario gallego destinada a la compra de equipamiento sanitario para la detección y el tratamiento de enfermedades tan graves como el cáncer.
  • La contribución privada al sistema público no es algo censurable ni mucho menos, ni tampoco tiene por qué suponer una merma en la inversión pública en sanidad. De hecho, y en eso sí somos críticos y contundentes, los presupuestos sanitarios son exiguos. Independientemente de que se produzcan donaciones generosas, la inversión pública en Sanidad debe incrementarse para afrontar los retos presentes y futuros de la población española, aquejada de dolencias crónicas y con una gran esperanza de vida. 
  • Creemos injustificados e injustos los ataques a la decisión de Ortega por parte de personas que sostienen posiciones extremas sobre el modelo económico y social que debería imponerse en nuestro país. Iniciativas como estas deberían potenciarse, el mecenazgo en temas sanitarios es un beneficio para toda la sociedad, proporciona calidad al sistema y facilita el acceso a la población en general a tecnologías  de alto coste, mejorando el diagnóstico y  los tratamientos. 

Madrid, 23 de mayo de 2019.- Ante la polémica que ha suscitado la donación de 310 millones de euros de la Fundación Amancio Ortega para equipamiento tecnológico en la Sanidad Pública, el Consejo General de Enfermería considera que las donaciones privadas son beneficiosas y positivas siempre que no impliquen una reducción de los recursos públicos, sino que se sumen a estos para ofrecer mejor atención sanitaria a la población. La institución que representa a las 300.000 enfermeras y enfermeros españoles experimenta cierto asombro ante quienes critican la acción generosa del conocido empresario y de todos aquellos que, sin tener por qué hacerlo, contribuyen a la adquisición de equipamiento de diagnóstico  y tratamiento de dolencias tan duras como el cáncer, así como la mejora de las instalaciones de centros sanitarios.

Sin embargo, el que determinadas empresas o personas realicen una donación no debe suponer que se vea mermada la inversión pública en Sanidad ni mucho menos. De hecho, independientemente de que haya ingresos externos, las partidas para garantizar la calidad de nuestro sistema sanitario deben incrementarse sustancialmente ante los nuevos retos y necesidades de una  población envejecida y aquejada de dolencias crónicas como la que tiene España. Es preciso invertir en tecnología y tratamientos, pero también aumentar de forma paralela los puestos de trabajo en enfermería, donde existe un alarmante déficit de profesionales, acabar con la precariedad y crear las plazas de especialistas que demanda el sistema.

Pero la necesaria inversión en Sanidad no debe mezclarse de forma interesada con otros debates, como el de las donaciones, para lo que vendría bien una adecuada y moderna ley de mecenazgo. Lo que resulta absurdo es criticar de forma airada la donación realizada, en este caso, por Amancio Ortega. “Aunque en España el modelo de donaciones privadas no esté muy consolidado, estas acciones son positivas y resultan bienvenidas, ojalá hubiese más iniciativas por parte de las empresas y particulares con posibilidades económicas donando tecnología y recursos a la sanidad pública, esto beneficia claramente a toda la población”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

“Aunque ahora la polémica se haya desatado a raíz de la donación del fundador del imperio Inditex -añade Pérez Raya- , hemos visto muchas veces cómo una empresa o fundación regala equipamiento para una planta de Pediatría, instala unos columpios o zona de juegos para los niños ingresados o compra libros para amenizar el ingreso de los menores. ¿Es eso criticable? No entendemos a los que claman contra la donación de Ortega, el equipamiento financiado puede salvar muchas vidas. Damos las gracias desde el Consejo General de Enfermería a Amancio Ortega por sus donaciones y su gran aportación a la sanidad española. Deben tener una mayor amplitud de miras. El hecho de que alguien realice una aportación no quiere decir que se descuide la inversión pública”.